La Espiral Celta

Trazado del símbolo de la espiral celta simple en tres vueltas

Origen de la Espiral Celta

La espiral celta es un símbolo tan antiguo como el mismo hombre y ha sido utilizada por gran variedad de culturas, en todo el mundo.

La Espiral fue un motivo muy popular en el arte megalítico que luego heredarían los pueblos celtas y seguirían empleándolo.

La palabra «espiral» tiene su origen en la palabra en griego spira, cuyo significado es «tirabuzón». Se asocia con el término en latín spiralis, que significa de «forma helicoidal» o de hélice o bucle.

Simbolismo atribuido a la espiral

Su significado esencial es el de evolución en muchos sentidos. 

Así como el círculo es la representación de un ciclo cerrado, en un solo nivel; la espiral representa ciclos que se siguen en evolución.

Es como el pasar por los mismos sitios, pero nunca de la misma manera. Siempre ascendiendo, progresando, nunca en las mismas circunstancias exactas que la vez anterior. 

Este concepto de ciclos que se repiten en un movimiento progresivo, era un concepto afín a los pueblos celtas y tenía mucha acogida en la espiritualidad. 

Muchas cosas en nuestra realidad tienen esta forma: galaxias en forma de espiral, el crecimiento de las plantas, la espiral representada en las conchas, los caracoles, la espiral áurea y la que surge de la sucesión de Fibonacci.

La espiral, por lo tanto, simbolizaba la evolución del alma y por ello la encontramos muchísimo grabada en tumbas o en monumentos funerarios.

Un ejemplo es el monumento neolítico de Newgrange en Irlanda. Está alineado con el amanecer del Solsticio de Invierno, y se aprecian muchos ejemplos de espirales diferentes.

Vista aérea del monumento funerario megalítico de Newgrange en Irlanda en el que se encuentran numerosos símbolos de la espiral celta.

Este monumento era un pasaje funerario y representaba el fin de un ciclo y el comienzo del siguiente, pues los celtas creían en la reencarnación.

Tipos de espiral celta

El significado del espiral varía según los matices en función de cómo sea esa espiral, tenemos diferentes tipos. Anteriormente, veníamos hablando de la espiral simple.

La espiral ocular

La espiral celta de tipo ocular es un doble giro, se parece a los ojos. Era de relevancia para los celtas y aparece en abundancia en lugares como las piedras de umbral en Irlanda. Tiene importancia en el crecimiento y expansión de la infinidad del espíritu.

Espirales dobles tallados en una gran piedra ancha tumbada frente al umbral del monumento neolítico de Newgrange en Irlanda.

Es un símbolo sin inicio ni final. Representando la inmortalidad del espíritu. Un ciclo termina cuando otro inicia, siendo así la vida eterna.

Esta espiral representa a la muerte y al renacimiento en otra vida. El alma terminaba un ciclo y comenzaba el siguiente. Simboliza el crecimiento espiritual del ser, así como la reencarnación y fuerza vital.

La espiral de estrada y de salida

La espiral de entrada y salida, por ejemplo, es similar al laberinto.

Trazado en papel del símbolo de espiral celta de entrada y de salida de 4 vueltas.

Y viene a representar esta entrada y salida, este viaje al interior y al exterior, de ida y de vuelta.

Entonces, implica una evolución que va hacia el interior y luego retorna. Un viaje de crecimiento que cuando lo terminas, regresas como una persona más evolucionada, más sabia.

La espiral doble o sistrel

La espiral doble es simbolismo de la dualidad, del femenino y del masculino, de la diosa y el dios. La creación no podía darse sin la unión de estas dos.

Para que haya luz tiene que haber oscuridad y viceversa. Estas fuerzas en conjunto van a generar un equilibrio. Por ende, la doble espiral nos recuerda la dualidad interna y la dualidad que podemos experimentar con el mundo.

Los celtas concebían la dualidad como fuerza complementaria, no como una cuestión de lo bueno o lo malo. Ambas tenían que existir de algún modo. 

Petroglifo con el símbolo celta de la doble espiral que se halló en el dintel de una puerta.
Petroglifo de la espiral doble en el dintel de una puerta.

La doble espiral celta nos muestra el paso del tiempo que siempre está iniciando y finalizando. Es representante del continuo fluir de los ciclos de la vida y la muerte. Simboliza el crecimiento espiritual tanto hacia afuera como hacia adentro.

La espiral está relacionada con la creación, con la vida, con el seguimiento y el paso del tiempo y del movimiento de las estrellas.

Debemos entenderla como un equilibrio en el que nuestra luz y nuestra oscuridad interna son necesarias para que sigamos evolucionando en el camino al despertar de nuestra conciencia.

De modo similar, supone la creación y la destrucción, el hacer y el deshacer, vida y muerte y se utilizaba en los calendarios para representar las 2 mitades del año.

La espiral celta y el viaje anual del Sol

Un uso clave de la espiral celta era el representar al sol en su recorrido por el cielo a lo largo del año. Visto desde la Tierra, el recorrido que hace el sol a lo largo de un año es una espiral.

Ilustración de cómo percibe una persona el movimiento del sol haciendo una espiral, que varía su forma dependiendo de la latitud donde se encuentre el observador.
Recorrido anual del sol visto en cada latitud

Al estar ligada al sol, la espiral celta representa el ciclo del amanecer y el atardecer. Si el espiral gira hacia la izquierda simboliza el solsticio de verano y si gira hacia la derecha simboliza el solsticio de invierno.

Plano de la Tierra donde se señalan las órbitas del sol y la luna en 3 períodos del año. A cada lado, tiene la dirección del sentido de las espirales que traza el movimiento del sol en los solsticios de invierno (hacia la izquierda) y de verano (hacia la derecha).

El solsticio de verano es el momento en que el sol se encuentra más alto en el cielo, es decir, en el anillo más exterior de este espiral. Conforme el sol va yendo del solsticio de verano al de invierno, su órbita se va reduciendo, por lo que su circunferencia diaria cada vez es más pequeña.

Ya en el solsticio de invierno apenas lo vemos levantarse en el horizonte porque está en el círculo más pequeño de la espiral. Cuando pasa el solsticio de invierno, emprende el regreso a su circunferencia más grande. 

La espiral cambia su significado en función de en qué dirección la trazamos. Si va hacia un lado está creando está evolucionando y si va hacia el otro está destruyendo o involucionando. 

Espirales Calendarios

Por esta similitud del espiral con los ciclos del sol, hemos visto que en muchos monumentos megalíticos, se grababan espirales como calendarios solares. En función de cómo incidía la luz en esos calendarios, en esas espirales grabadas en la piedra, sabían en qué mes, en qué época estaban y cuando llegaban los solsticios y los equinoccios.

Petroglifo de espiral doble celta cuya espiral mayor tiene 7 vueltas y la menor 5, con puntos al rededor que representa el movimiento del sol y la luna. Se usó como calendario.

La imagen nos muestra un calendario usando este tipo de espiral doble, se encuentra en Galicia. Una espiral más pequeña que la otra, en forma de 8, que asemeja al analema solar (ver abajo).

El analema es la curva que describe la posición del Sol en el cielo, visto todos los días del año a la misma hora del día y desde el mismo lugar de observación.

Gráfica hecha en papel milimetrado del analema solar, que asemeja el símbolo del infinito o un 8 y representa el movimiento del sol durante un año visto desde el mismo punto a la misma hora cada día. El gráfico indica el Ecuador y los Trópicos, los meses del año en cada etapa y la declinación del sol, cuando el sol va más rápido y cuando va lento.

En resumen

Desde Con Símbolos Celtas deseamos que la comprensión del significado de las diversas manifestaciones de estos espirales te inspiren a expresar a tu ser interior.

La espiral celta te transmitirá estos atributos

  • Evolución del alma
  • Ciclos que trazan una ruta
  • Movimiento en progresión o en regresión
  • Dualidad, creación y destrucción.
  • Las fuerzas complementarias coexisten y debemos trabajar en su equilibrio
  • Secuencia armónica de los ciclos
  • Ascenso y progreso. Continuo aprendizaje
  • Fin de un ciclo y comienzo de otro en un continuo fluir
  • Crecimiento y expansión del espíritu
  • Muerte y renacimiento
  • Camino que recorremos en el año y sus fases, como el recorrido del sol
  • Reencarnación y fuerza vital
  • Momentos de entrar y momentos de salir, de iniciar y de cerrar
  • Viaje de ida y vuelta a nuestro interior para asimilar las experiencias, el ir y venir de la vida.
  • Entender que toda la creación está vinculada y es cíclica.
  • Dinamismo, transformación, equilibrio y armonía.